domingo, 24 de mayo de 2009

Restaurante Don Bosco

Hace poco descubrí que en el corazón comercial de Jesús María (calle República Dominicana) también se podía comer "como Dios manda". Hago alusión al Ser supremo, pues el restaurante en mención lleva el nombre de uno de sus más destacados seguidores, el sacerdote italiano DON BOSCO.
Pero no crean que por llevar un nombre tan santo, el menú es sinónimo de humildad y simpleza. Quienes hayan ido a dicho lugar pueden dar fe de la gran variedad de comidas que hay (criollas, marinas, pastas, etc) que se sirven en inmensos platos que navegan como canoas en el mar de la mano de los mozos, en un incesante ir y venir. Es que la contundente presentación de estos manjares (que se recomienda comer de a dos si no se quiere terminar con una indigestión de Padre y Señor mío), hace que desde la una de la tarde se formen colas de comensales a la espera de una mesa. Ancianos, hombres, mujeres y niños esperan anhelantes un lugar para degustar los platillos, que además de una buena presentación, son preparados con devoción. Lomo saltado, causa rellena de pollo, pasta al pesto y humitas, son solo una muestra de lo que se puede comer en Don Bosco. Al final se recomienda un postrecito, pero si su estómago no da para más, una refrescante chicha morada es indispensable.
Los precios van desde los 11 a los 30 soles y se recomienda ir temprano para evitar la espera. ¡Regocijaos hermanos que la mesa está servida!

1 comentario:

Mira lo que me encontré dijo...

De veras que bestial, se come bueno, rico y barato. Recomiendo los tallarines verdes con bisteck y las humitas.